—Pero... —le decían— Alguna rutina tendrás. Algo fijo que hagas todos los días, a la misma hora.
—Pues no. —contestaba él, orgulloso—. Me levanto a la hora que
me da la gana, porque mi trabajo me lo permite. Y hay noches en las que, por
pereza, no me lavo ni los dientes.
—¿No vas al gimnasio?, ¿no tomas café?, ¿no duermes con
pijama?
—No —aseguraba tras lanzar una sonora carcajada—. Hago como
todo el mundo. Pago la cuota anual, pero apenas si aparezco el primer o segundo
día del nuevo año. No me gusta el café, lo tomo muy de vez en cuando y solo por
compromiso. Y en cuanto al pijama… a veces me pongo una camiseta vieja, otras
duermo en bolas y si alguna vez se me olvida enchufar la calefacción en
invierno, me pongo un chándal viejo.
Y así seguía cada vez que le preguntaban, jactándose de su imprevisibilidad, sin ser consciente de que todo aquello de lo que presumía no era más que una farsa. Porque todos los días y siempre a la misma hora, iba a una esquina de la casa, miraba el reloj y se marchaba. Casi como un sonámbulo, todas las noches, a las once y treinta y tres minutos de la noche.
Podía despertarse de una siesta improvisada en el sillón, o terminar una llamada de teléfono precipitadamente, y si estaba cenando fuera, se excusaba, porque de repente, no se sentía bien. Había algo, allí, en la esquina de aquella habitación, en la pintura blanca de gotelé. Un mismo algo que se encontraba también en las suaves curvas de su muñeca y en las oscilantes manecillas del reloj, esas que siempre, siempre, giraban lentamente hasta señalar la misma hora.
—¿Qué hora es? —se preguntó, apagando la pantalla del
teléfono móvil.
Se levantó, apoyó las manos pesadas sobre sus rodillas, y
fue caminando hasta la esquina. Se remangó la manga izquierda de la camisa y miró
el reloj.
—Vaya, las once y treinta y tres.
*Escrito originalmente el 26 de Diciembre de 2022.
Pues... este año no conseguí terminar el reto. Este fue el ultimo relato que me dio tiempo a escribir, pero como he visto que no hay reto para el 2023 (al menos yo no lo he encontrado), seguiré publicando los restantes a lo largo del 2023.
**Relato correspondiente a Literup 52 retos-de-escritura-para-2022. Trigésimo quinta semana, escribe un relato sobre un personaje que cada día a la misma hora va a una esquina, mira su reloj y se marcha.
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