Los vio bajar del pájaro de metal
y frunció el ceño. No tenían pinta de chamanes. Los dos eran blancos. Aunque en
realidad ella era latina, pero eso él no podía saberlo, pues era la primera vez
que abandonaba el poblado.
Ayodele se presentó, les estrechó
las manos y los invitó a subir al coche. La mujer se sentó delante, dejando
bien claro que era ella la que mandaba. Debían de provenir de alguna tribu
matriarcal… El hombre, visiblemente acongojado, se sentó detrás, a su lado.
Se pasaron todo el trayecto
charlando con Ayodele de cosas que no eran importantes, de cosas de fuera, de
semejanzas y de diferencias, y en ningún momento le hicieron caso. Cuando
llegaron al poblado, Ayodele los invitó a entrar en casa y mientras compartían
la comida, empezó a explicarles la situación.
Les contó los problemas que
tenían. Cómo habían perdido a su chamán después de unas extrañas fiebres y como
desde entonces habían sufrido robos, muertes de animales, desapariciones, mordeduras
nocturnas y agresiones. Todo lo que habían intentado había sido en vano, por
eso habían recurrido a ellos.
Nada más terminar Ayodele con su
explicación, el hombre miró a su compañera y preguntó:
—¿Un súcubo?
La mujer negó con la cabeza.
—Aquí no. Podría tratarse de un
popobawa pero no ha habido ninguna sodomización.
Para confirmarlo, Ayodele negó a
su vez.
—Todo apunta —comenzó a decir la
mujer mientras se acariciaba la barbilla— a un Tikoloshe. Si lo piensas bien
hermano Ayodele, la muerte del chamán fue lo primero. Lo más probable es que un
brujo enemigo creara al Tikoloshe para vengarse de él. Y una vez que cumplió su
cometido, la criatura se ha quedado por aquí, vagando y haciendo de las suyas.
Se cruzó de brazos, sorprendido y
satisfecho, aunque extranjera, la mujer sabía de lo que iba…
—¿Qué hacemos entonces?,
¿recitar el Corán?
—No, esperar a la noche y acabar
con él.
Entonces la mujer miró a su
compañero, que estaba tan pálido que casi parecía enfermo, le acarició la mano
y le dio un beso en la frente.
Fue extraño, pero más extraño fue
cuando el hombre levantó la cabeza y se lo quedó mirando. Era la primera vez
que lo hacía. Entonces esbozó una sonrisa tensa e inclinó la cabeza a modo de
reconocimiento, y a él no le quedó otra que devolverle el saludo.
El resto fue rápido. Al caer la
noche estaban preparados. Pusieron ladrillos bajo las camas y tomaron
posiciones estratégicas entorno al poblado tal y como el hombre les indico. Él
y los suyos no podían hacer daño a la criatura, pero si retenerla para que el
brujo extranjero se encargara de ella.
Lo primero que escucharon fue el
balido angustiado de una cabra y cuando corrieron al redil se encontraron con
el Tikoloshe dando buena cuenta de ella. Pequeño y peludo, con un agujero en la
frente y las cuencas vacías, se le había subido encima y le había clavado los
colmillos en el cuello.
El chamán se puso delante y
empezó a hablar en una lengua extraña. La criatura siseó y de un brincó se
lanzó en su dirección, pero no llegó a tocarlo, pues salió repelida hacia
detrás, como si este portara un escudo. Entonces metió la mano en uno de sus
bolsillos, se la llevó a la boca y sopló. Un polvo de colores cayó sobre el
Tikoloshe, que empezó a chillar y se deshizo igual que si estuviera echo de
arena.
Vivos y muertos gritaron de
júbilo.
Al despedirlos, el hombre subió
al pájaro de metal cogido de la mano de su compañera, bastante más animado de
lo que había bajado. Y él creyó adivinar el porqué. En África había demasiados
espíritus y por eso estaba encantado de decirles adiós.
*Escrito originalmente el 22 de Enero de 2022.
Pues... No tenía mucha idea de la mitología africana (perdón por todas las meteduras de pata) así que me ha tocado investigar un poco. Después la historia se me ha ido de las manos y ha terminado siendo más larga de lo que esperaba. He mezclado monstruos mitológicos de allí, con espíritus. Y me he servido de dos viejos personajes que ya aparecieron en uno de los relatos del reto del año pasado, pero esta vez el punto de vista es el de un espíritu. Pero síp, se supone que los chamanes son Vernut y Solaris.
**Relato correspondiente a Literup 52 retos-de-escritura-para-2022. Tercera semana, Escribe un relato que incluya elementos mitológicos de algún país de África.
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