Hablan de ello en todas partes,
aparece por todos lados, corre de boca en boca y se escucha a través de las
esferas gigantes. La llaman la batalla del siglo. MacDragon contra Bagdadi. No
tienen ni idea.
Puede que sea la batalla del
siglo, pero la batalla de la historia fue otra. Tuvo lugar en el valle del
Jurna, hace más de doscientos años, cuando los magos eran imprevisibles.
Kalalaia se encontraba en el lado
este y Matahisa en el oeste. La primera invocó un rayo y la segunda al pequeño
demonio Salamander. Empezó así, de repente. Como si fueran dos viejas conocidas
con una deuda pendiente. Y sin duda eso es lo que eran.
Salamander se comió el rayo y
escupió una bola de fuego, pequeña como una antorcha, que murió a los pies de Kalalaia.
Entonces esta dibujó una flecha eléctrica en el aire, y tan pronto como la
disparó, fue a clavarse en el pecho del pequeño demonio, liberando toda su
energía contenida y transformándolo en una nube de cenizas. Matahisa soltó un
grito de dolor y una quemadura muy fea apareció en su brazo derecho.
Kalalalia tenía ventaja, pues la
luz siempre es más fuerte que la oscuridad, o al menos, eso es lo que siempre nos
han dicho. Pero Matahisa no se dio por vencida. Con los pies trazó un circulo sobre
las cenizas y con los dientes se arrancó un trozo de la carne quemada del
brazo. La sangre brotó a borbotones de la herida, espesa y negra, y la dejo
caer sobre el circulo para dibujar los símbolos de su próxima invocación.
Recuerdo que en ese momento nadie
respiró. Del circulo surgió una figura negra y gigante, con tantas garras como
cuernos, espinas y dientes. El demonio Calcatut.
Calcatut nos miró sin ver, pues
no tenía ojos, y le bastó con soltar un rugido para terminar con Kalalaia, pero
también con la propia Matahisa y con todos nosotros. Eso es lo que pasa cuando
invocas al rey de los demonios. Y tal vez sea por eso, que nadie más que yo
recuerde esa batalla.
Por eso desde entonces me llaman
la cuasi gata de Cheshire, porque en aquel combate perdí dos vidas y media
sonrisa. Suerte que todavía me quedaban tres…
*Escrito originalmente el 5 de Septiembre de 2021.
Pues... No me da la vida para poder pensar!! Ando tan agotada que mi imaginación está frita. Lo único bueno de este relato es que me parece que la gata es un buen personaje para reciclar en alguna otra historia.
**Relato correspondiente a Literup 52 retos-de-escritura-para-2021. Trigésimo sexta semana, Narra la batalla entre una maga que domina la electricidad y otra que invoca demonios.
¡Hola! Falta de imaginación, pero que te has lucido con este. Me encanta que un gato haya sobrevevido a la invocación y encima, sea Cheshire. Me encantó.
ResponderEliminar¡Un abrazo!