#52RetosLiterup - Semana 12: Entre el mar y la tierra

 


 Desde hacía tiempo todos sus días eran iguales.

 Se acercó a la orilla tan pronto como amaneció, y cuando notó que le habían salido los dedos en manos y pies, subió al espigón y se puso a rebuscar entre las rocas. Cogió la ropa que había guardado en un agujero habitado por cangrejos, una camiseta de tirantes y unos shorts, y se vistió con ellos. Había aprendido que así era mucho más fácil pasar desapercibida. La primera vez la gente se la había quedado mirando, devorando con los ojos la desnudez de las curvas voluptuosas de su nueva figura. Y no, sus miradas no tenían nada que ver con las de un tiburón.

 Caminó descalza por la arena y empezó a recoger basura: Bolsas y compresas que los suyos confundían con medusas; colillas, tampones, latas de coca-cola y de cerveza… Eran unos guarros. Así que se pasaba las mañanas haciendo lo único que podía hacer, recoger los desperdicios que, más tarde, por la noche, se encontraría flotando por sus aguas o depositados sobre su suelo.

 A media mañana se le unieron los ecologistas. La saludaron con una sonrisa y le ofrecieron un emparedado de una cosa llamada tofu que no tenía nada que ver con un animal. Se lo comió en silencio, sin darles las gracias ni decirles nada, como siempre hacia. A ellos no parecía molestarles y por eso eran los únicos humanos que le caían bien, porque la dejaban en paz.

 Mientras limpiaban en silencio no podía evitar estar pendiente del mar, por si veía que alguno de los suyos se acercaba demasiado. Lo hacían cuando estaban enfermos o desorientados… y cuanto antes los viera… antes podría ayudarlos, vigilando con fiereza para que no les pasara lo mismo que le había pasado a ella.

 Era capaz de recordarlo igual que si hubiera sido ayer. Se encontraba nadando con su familia, al lado de los barcos. Se acercaban a los humanos porque les parecían unas criaturas muy curiosas. Algo tontas, pero simpáticas. Casi nunca les hacían daño, jugaban con ellos, les daban de comer, les hacían fotos y a veces se lanzaban a nadar con ellos. Y que torpes que eran… pero era divertido. Hasta que un día dejó de serlo. Uno de aquellos humanos que parecían tan simpáticos la mordió en una aleta después de haber dejado que nadara y jugara con ella.

 A la mañana siguiente, cuando salió el sol, vio que ya no era una delfina, que tenía dos brazos y dos piernas y se había convertido en humana. Había nadado hacia la orilla y allí se había quedado llorando, sus lágrimas saladas mezclándose con el agua del mar, hasta que llego la noche y con ella sus preciadas aletas.

 Sabía muy bien que era lo que le había pasado porque lo había escuchado en uno de esos aparatos que llamaban radio. Decían que a un lobo llamado Dennis lo había mordido un brujo. ¡Y eso mismo le había pasado a ella!

 Cayó la tarde y se sentó a esperar. Cuando salió la luna se metió en el agua y comenzó a nadar. Volvió a convertirse en delfina y se unió a su familia. Ellos siempre estaban allí, esperándola. Nadó con ellos y se olvidó de todo, incluso del mañana. Disfrutaba de su presencia igual que si fuera la última vez. Porque a ella no le preocupaban los pescadores, ni los tiburones, ni siquiera las bolsas que parecían medusas y que llevaba con el morro hasta las rocas del espigón para poder retirarlas luego, más tarde, cuando saliera el sol. A ella lo que la preocupaba era no volver a ser delfina la noche siguiente y ser una humana para siempre.

 Apartó de su mente todos aquellos pensamientos y nadó de una orilla a otra, de isla en isla, de espigón a espigón, mirando la luna, riendo, comiendo, bailando y saltando. Todo menos llorar y pensar en Dennis y su canción, en ella y en los ecologistas mirando juntos al sol…


*Escrito originalmente el 15 de Marzo de 2021. 

Pues... de nuevo, no estoy muy segura de haber cumplido con la premisa. No sé si el personaje puede considerarse humanoide o no. Es humano y es delfín, pero humanoide... no sé, no sé. Y luego está el pequeño guiño a "Lobo-Hombre en París" de la unión. Siempre me ha gustado esa canción jajaja

**Relato correspondiente a Literup 52 retos-de-escritura-para-2021. Duodécima semana, Tu protagonista es una delfina humanoide que pasa la mitad del relato en tierra y la otra mitad en el mar.



 

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